Tu nefrólogo de cabecera
Nefrólogo Rodríguez
Bicarbonato de sodio en enfermedad renal: información técnica para pacientes
1. ¿Por qué se indica?
La enfermedad renal reduce la capacidad para manejar el ácido que es un desecho producto del metabolismo de las carnes y otras proteínas. El bicarbonato corrige la tendencia a la acidosis metabólica leve (exceso de ácido en la sangre), lo que disminuye inflamación, pérdida de masa muscular y progresión de la enfermedad renal.
2. Evidencia disponible
Estudios clínicos han demostrado que mantener bicarbonato en sangre entre 22–26 mEq/L se asocia con un ritmo más lento de deterioro de la TFG (tasa de filtrado glomerular, que es la capacidad de los riñones de limpiar la sangre).
Principales referencias:
de Brito-Ashurst et al., JASN 2009.
Mahajan et al., Kidney Int 2010.
Goraya et al., CJASN 2013–2020.
3. Beneficios esperados
Estabilidad del pH sistémico (el nivel de acidez se mide por el pH)
Mejor control metabólico
Menor activación de vías inflamatorias
Potencial desaceleración de progresión de ERC (Enfermedad Renal Crónica)
4. Dosis y ajustes
La dosis habitual es 1 g cada 12 horas, ajustada según niveles séricos de bicarbonato y respuesta clínica. Cuando el bicarbonato de sodio se libera en el estómago, al mezclarse con el ácido produce espuma y gas que podría causar intolerancia. Debido a esto es importante seguir las indicaciones de tu nefrólogo de cuál es la mejor manera de tomarlo.
5. Señales de advertencia
Distensión abdominal severa
Náusea persistente
Cambios significativos en presión arterial
Sensación de retención de líquidos
Sensación de mucho gas en el estómago
6. Seguimiento
El control periódico permite ajustar dosis y mantener un equilibrio ácido-base óptimo.

